Es un gusto enorme para mí volver a
comentar una obra de un autor cuyo estilo no solo conozco un poco, sino que se
me ha hecho, hasta el momento, muy lírico y envolvente. Se trata de Miguel
Ángel Guerrero Ramos, el autor de Cuando
el demonio ama, una novela corta que ya tuve oportunidad de reseñar
brevemente no hace mucho tiempo. En esta oportunidad, tengo el placer de hablar
de una nueva novela corta (una extensión narrativa muy usual en este autor),
titulada: La mística fragancia de los
sueños de amor.
Lo primero que debo decir sobre dicha obra
es que hace gala de una maravillosa poesía expresiva, una poesía muy bella y
evocadora aun cuando no sea tan conceptual y surrealista como las formas
poéticas que aparecen en otras obras del autor. Una poesía que busca, más que
nada, entretener al lector, pues este estilo de narración erótica, muy
refrescante entre las novelas actuales del género, lo que busca, ante todo, es
eso, es decir, entretener al lector. Lo segundo a decir, es que esta novela,
como es de esperar, desborda erotismo y seducción, además de un poco de bien
administrada fantasía.
Sobre la trama, hay que decir que esta gira
en torno a un famoso y joven cantante de música pop que desde que quedó ciego
puede ver el futuro en sus sueños. Sí, él puede ver el futuro en sus sueños, aunque
no puede captar sabores ni fragancias en ellos por obvias razones. De modo que
en esa tónica de saber los sucesos futuros, de indagar en la materia misma del
tiempo, cierta vez aquel cantante supo que iba a conocer a la mujer de su vida
en uno de aquellos sueños. Lo que sigue a partir de ahí es algo de romance,
mezclado con algo de intriga, algo de sorpresa
y muchísima seducción. Una novela, como se puede apreciar, totalmente
recomendada.