Como muchos ya lo saben, este blog ha sido
diseñado para mostrar las novelas eróticas que más me han interesado y
cautivado en su lectura. De paso, al momento de mostrar dichas novelas en este
espacio, tiendo a hacer pequeños y breves análisis o comentarios sobre las
mismas. Cabe destacar, igualmente, que puede que las novelas que se presentan
acá, no sean esencialmente novelas eróticas, sino novelas que de alguna u otra
forma se mueven entre los linderos sumamente apasionados de dicho género
narrativo.
El día de hoy, ya para dejar atrás los
preámbulos, la novela sobre la cual deseo hablar es la de Oscura monótona sangre. Una novela del argentino Sergio Olguín, que
en el año 2009 resultó ganadora del Premio Tusquets de novela. Una novela que
nos va sumergiendo cada vez más y más en las profundidades de su historia. Que
nos va sumergiendo de la misma forma en la que su protagonista principal, Julio
Andrada, se va viendo cada vez más y más inmerso en las seducciones que
representa una cautivadora adolescente de un barrio humilde. Una joven que se
dedica a la prostitución y que cambiará la vida Julio Andrada del cielo a la
tierra.
Sí, esta es una novela que se apoya
fuertemente en los contornos del deseo. Sí, el deseo, uno de los componentes más
esenciales de las vitalidades humanas. Pero bueno, no pretendo hacer más que
una introducción un tanto breve de esta obra de Sergio Olguín, además de
elogiarla un poco, debido a ello, no me queda más que recomendar esta
grandiosa obra literaria. Una novela única que nos habla, igualmente, sobre
cómo todos los logros de una vida se pueden derrumbar cuando tomamos decisiones
equivocadas. Que nos habla sobre cómo el deseo nos nubla el cerebro y no nos
deja pensar asertivamente. Que nos habla, en última instancia, de las
peripecias de tener una doble vida, una modélica y exitosa, y otra íntimamente
llevada por las azarosas corrientes del deseo y la pasión.
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