martes, 4 de junio de 2013

“Oscura monótona sangre”: una novela que se apoya fuertemente en los intensos contornos del deseo





Como muchos ya lo saben, este blog ha sido diseñado para mostrar las novelas eróticas que más me han interesado y cautivado en su lectura. De paso, al momento de mostrar dichas novelas en este espacio, tiendo a hacer pequeños y breves análisis o comentarios sobre las mismas. Cabe destacar, igualmente, que puede que las novelas que se presentan acá, no sean esencialmente novelas eróticas, sino novelas que de alguna u otra forma se mueven entre los linderos sumamente apasionados de dicho género narrativo.

El día de hoy, ya para dejar atrás los preámbulos, la novela sobre la cual deseo hablar es la de Oscura monótona sangre. Una novela del argentino Sergio Olguín, que en el año 2009 resultó ganadora del Premio Tusquets de novela. Una novela que nos va sumergiendo cada vez más y más en las profundidades de su historia. Que nos va sumergiendo de la misma forma en la que su protagonista principal, Julio Andrada, se va viendo cada vez más y más inmerso en las seducciones que representa una cautivadora adolescente de un barrio humilde. Una joven que se dedica a la prostitución y que cambiará la vida Julio Andrada del cielo a la tierra.

Sí, esta es una novela que se apoya fuertemente en los contornos del deseo. Sí, el deseo, uno de los componentes más esenciales de las vitalidades humanas. Pero bueno, no pretendo hacer más que una introducción un tanto breve de esta obra de Sergio Olguín, además de elogiarla un poco, debido a ello, no me queda más que recomendar esta grandiosa obra literaria. Una novela única que nos habla, igualmente, sobre cómo todos los logros de una vida se pueden derrumbar cuando tomamos decisiones equivocadas. Que nos habla sobre cómo el deseo nos nubla el cerebro y no nos deja pensar asertivamente. Que nos habla, en última instancia, de las peripecias de tener una doble vida, una modélica y exitosa, y otra íntimamente llevada por las azarosas corrientes del deseo y la pasión.

Una corriente que, aun así, siempre será uno de los mayores alicientes del vivir humano.